martes, 7 de julio de 2009

Mega Aserraderos = Mega Problemas



”Dejemos de lado nuestras miserias y pensemos el futuro que les dejaremos a nuestros hijos”
La consolidación de las forestaciones en la Cuenca del Río Uruguay continúa trayendo inconvenientes para la población y el ambiente. A la pérdida de biodiversidad producida por el avance de los monocultivos de árboles, se le suma otra parte negativa de la industria forestal: la instalación de los aserraderos y mega aserraderos en las áreas urbanas y suburbanas. Dicho fenómeno está tomando fuerza en la Ciudad de Santo Tomé, provincia de Corrientes, en la entrada a dicha ciudad y en el Paraje Atalaya, Colonia Gobernador Ruiz, distante a unos 4 kilómetros del centro.

En el último año más de una decena de emprendimientos se encuentran en distintas etapas de ejecución. Algunos funcionando de manera irregular, otros esperando la habilitación correspondiente y otros con su funcionamiento frenado por los amparos presentados por vecinos que sufren las consecuencias de esta actividad productiva. Humo, olor, hollín y ruido, producidos en ocasiones durante las 24 horas del día, generan condiciones de habitabilidad precaria y violan el derecho a un ambiente sano como lo establece el Artículo 41 de la Constitución Nacional.

Los aserraderos se encuentran instalados a una distancia que va desde los 20 a 100 metros de las casas en el Paraje Atalaya y en la entrada a la ciudad el riesgo se incrementa ya que se encuentran entre 200 y 500 metros de estaciones de servicio en funcionamiento. A los perjuicios que provoca la puesta en marcha del aserradero se le suma que los restos de madera muchas veces son quemados a cielo abierto con el riesgo de incendio que ello implica.

En el mes de febrero de 2009, las chispas que despidió el horno de uno de los aserraderos del Paraje Atalaya incendiaron parte de las plantaciones cercanas con peligro real para la población y las viviendas.

Por otra parte, el aserrín producido está siendo dispuesto en cualquier parte de la zona, obstaculizando el espacio. Es posible verlo en las cunetas de los caminos y en el frente mismo de la Sala de Primeros Auxilios, local donde la montaña de aserrín ha formado una laguna de agua estancada con el consiguiente riesgo de ser un lugar propicio como criadero de mosquitos.

Las acciones emprendidas por los vecinos van desde la realización de denuncias en el Instituto Correntino del Agua y el Ambiente – ICA, denuncias policiales, hasta presentaciones judiciales al Juzgado de faltas de la Municipalidad local. La atención a los reclamos vecinales ha sido parcial ya que varios establecimientos funcionaron el último año sin la supervisión municipal correspondiente y la clausura de uno de los aserraderos fue levantada previo pago de una multa de 150 litros de nafta súper equivalente a $ 500.- impuesta por el Juez de Faltas de Santo Tomé el Doctor Zamudio.

El olor inunda el ambiente, la ropa recién lavada se llena de hollín al poco tiempo y las enfermedades respiratorias han aumentado considerablemente. Esta es la realidad de las 178 familias que habitan el Paraje Atalaya, a quienes cuando eligieron este lugar para vivir, el ICA les prometió que esas tierras eran para producir, tanto en agricultura como en ganadería. Nada más lejano de lo que realmente pasa: están rodeados de forestaciones de pinos y eucaliptos y ahora el panorama se agrava por la instalación de estas industrias contaminantes.

Bien saben los pobladores que estos emprendimientos no son fuente de trabajo para la gente del barrio, que los empleados están en negro, muy mal pagos y sin obra social.



La instalación de los aserraderos en medio de un conglomerado habitacional, cerca de establecimientos educativos y lugares densamente poblados parece ser posible en esta parte del país sin permiso o habilitación municipal para funcionar como tales. El accionar de las autoridades locales debe ser inmediato para que se cumpla con las reglamentaciones vigentes y se preserve la salud de la población. No puede ser algo que se postergue y se le de prioridad al negocio privado por encima de los intereses y el bienestar comunes.

Una legislación más permisiva que en otras ciudades o provincias solo fomentará que las industrias contaminantes elijan este destino como lugar para quedarse. (Un aporte de los Amigos de la Tierra Eduardo y Virginia).

Gracias. Roberto Arce Asamblea Ambientalista Santotomeña – E-mail: aasantoto@yahoo.com.ar

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