domingo, 22 de junio de 2008

Una entrevista a miembros de la Asamblea Ambiental de Santo Tomé

A comienzos de este año, pasaron por aquí Patricia Agosto y Martín Vidal, del grupo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía. Interesados por la lucha en defensa del Medio Ambiente, entrevistaron a Roberto y a Fabiana Acuña, como miembros de la Asamblea Ambiental de Santo Tomé.


Casi no les quedó nada en el tintero (si se permite la disgresión, al tratarse de una publicación digital), hablaron sobre la contaminación en la localidad, la lucha contra las pasteras, las intenciones de Tompkins, las políticas ambientales y los resquicios legales, etc.


Nosotros republicamos la nota - que no tiene desperdicios - y los invitamos a visitar el sitio y conocer la propuesta y actividades de Pañuelos en Rebeldía, le aseguramos que vale la pena.








Entrevista a Roberto Arce y Fabiana Acuña de la Asamblea Ambiental de Santo Tomé, Corrientes











¿Cómo nace la asamblea?

Roberto: La asamblea nace, en primer lugar, por la inquietud de un gremio, Sitraj, sindicato de trabajadores judiciales. En el 2003 se realiza un encuentro importante en Ituzaingó, Corrientes, en el que participan los afectados de Yacyretá. Fue organizado por la Federación Judicial Argentina, por el Sindicato de los trabajadores Judiciales de Corrientes y también por instituciones ambientales. Fue un seminario de aproximadamente tres días donde participaron representantes del CEMIDA, Centro de Militares para la Democracia Argentina, entre ellos la licenciada Elsa Bruzzone. En ese encuentro se busca trabajar sobre una respuesta del pueblo argentino a la propuesta yanqui del ALCA, entonces el objetivo era NO al ALCA y en defensa del Acuífero Guaraní. Pero en ese encuentro, también se comienza a charlar sobre la extranjerización de la tierra que preocupaba a Corrientes, el tema del monocultivo intensivo en este caso de eucalipto. Son temas que se instalan ahí, en el año 2005.




En febrero de 2005 se realiza la competencia de natación en aguas abiertas en el río Uruguay, aquí en Santo Tome, por pedido de un grupo de deportistas de la natación. En esa fecha comúnmente se realiza en el Paraná, en la zona de Posadas o Corrientes, con nadadores de la región. Como acá en Santo Tomé se había preparado un grupo de chicos, entonces se realiza una de las fechas en febrero en Santo Tome. Para esa oportunidad estoy en contacto con el secretario departamental del sindicato de trabajadores judiciales y me dice: ¿qué te parece si organizamos una panfleteada de No A LAS PAPELERAS, como está haciendo Gualeguaychú y agregamos SALVEMOS AL RÍO URUGUAY, aprovechando justamente esta oportunidad? Se hizo esa panfleteada, se distribuyeron folletos, se habló del tema con los que participaban allí, vinieron visitantes de distintas partes del país, entonces teníamos un público numeroso, hermoso. A partir de ese momento comenzamos a charlar Miguel, el referente del Sitraj. En ese momento nos llega la convocatoria que hace Gualeguaychú del grito nacional en defensa del río Uruguay contra las pasteras, que eran Botnia y Ence en esos momentos. Lógicamente que nos prendemos de la idea de sumarnos y surge espontáneamente la adhesión de varias familias. Nos reunimos creo que el 15 de febrero de 2005 en la plaza San Martín, en la plaza central de Santo Tomé y se lanza el primer grito de la Asamblea Ambientalista de Santo Tomé. Allí nos solidarizamos con los hermanos de Gualeguaychú y nos comprometemos también para que eso no ocurra también acá en Santo Tomé.



Aquí frente nosotros tenemos a la ciudad de São Borja, del estado de Río Grande Do Sul de Brasil. Unos días después de la constitución de la asamblea, un concejal anuncia que posiblemente la empresa tenía interés de instalar una pastera en la costa del Uruguay del lado brasileño. Para no quedar corto nuestro intendente municipal también lanza el desafío de otra pastera de este lado del río Uruguay, teniendo en cuenta que Santo Tomé ya cuenta con más de 100 mil hectáreas de pino y eucalipto acá en el departamento. Aquí está instalada Bosque del Plata, una subsidiaria chilena, multinacional, de la que no se sabe de dónde saca el dinero para las grandes inversiones que hizo.


En ese momento, tenemos la posibilidad de conocer personalmente y de recibirlos en la costa del río a Martín y Andrés Rivas que venían realizando un raid por el río Uruguay desde su nacimiento. Allí comenzamos a organizar las reuniones de la asamblea y algún tipo de actividad, nos reuníamos los sábados en el local del Sitraj. En una reunión éramos cinco, en otra quince, en otra cincuenta. La primera decisión que tomamos era la de dar charlas en las escuelas, nos vamos reuniendo con material de video, etc. Los medios nacionales también se preocuparon por el tema y empezaron a sacar documentales sobre Misiones, sobre las pasteras. Eran Malnatti y compañía, todo este grupo de periodistas jóvenes empiezan a hacer este tipo de trabajo y ese material a nosotros nos servía también para difundir en las escuelas y charlar con los chicos de la primaria, la secundaria y de un instituto terciario también.


Creo que el hecho más destacado que logró la asamblea fue la participación en una jornada cultural que promociona la escuela normal una vez por año. Allí, durante tres días se hacen distintos tipos de actividades y nuestra propuesta fue un stand con folletería. También llevamos expositores, una especialista en el área del Acuífero Guaraní, después al doctor Libera y la doctora Marta Ramírez del Sitraj Corrientes y otro especialista en contra de la pastera que es Eduardo Vaso, de la ciudad de Goya, una personalidad increíble no sólo como ambientalista sino desde el punto de vista ideológico también. Los expositores marcaron un punto de inflexión con respecto a nuestra relación con los chilenos, -así llamamos a la empresa que está radicada aquí en Santo Tome-, hasta el punto de que en un momento hubo intento de agresiones de parte de los empleados profesionales de la empresa porque no tenían otro argumento para defender las bondades del monocultivo intensivo tal como lo están realizando. Después de eso, vino una manifestación en las calles de Santo Tomé, organizada por estudiantes secundarios, que superó nuestras expectativas. Fue un acto popular en el día del medio ambiente el año pasado en una plazoleta, también sentando precedente con la participación de la escuela. Después participamos en la marcha de diciembre de 2006 en Buenos Aires. Antes, en junio de 2005, participamos en un encuentro en Concepción del Uruguay con motivo de recordarse la gesta de los Pueblos Libres, el grito de Artigas y culminamos con un encuentro grande en Gualeguaychú. El encuentro en Concepción del Uruguay fue organizado por ATE – CTA especialmente y fue muy interesante porque necesariamente el tema fue ambiental, mostrándolo a Artigas no solamente como un luchador por la independencia y la unión de los pueblos del sur, sino también una de las primeras referencias en contra de lo que serían después los monopolios y la expropiación de los recursos naturales. Tuvo mucha repercusión y además participaron por primera vez miembros de la Asamblea del Callejón, de Montevideo, Uruguay. Eso también nos alentó a pensar que del otro lado hay gente que está luchando y no tiene los medios para dar a conocer nada. Por supuesto que el encuentro más importante fue en octubre del año 2006 cuando participaron miembros de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú, de la ciudad de Mercedes de Uruguay, de Paraguay y de Posadas. Todavía creemos que con todos esos pasos dados no hay una conciencia plena en la comunidad santo tomeña, menos aún en la clase dirigente, y hablamos de dirigentes de entidades intermedias y dirigentes de partidos políticos que siguen todavía prendidos con la idea o con el engaño de que el monocultivo y la instalación de una pastera, van a ser la fuente de salvación o las creadoras de fuentes de trabajo para la zona, cuando esta región de la provincia de Corrientes se caracterizó por ser productora agrícola, ganadera ,con tierras especiales, con mucha agua. Acá no cuidamos el agua, no cuidamos nuestra tierra y no cuidamos casi nada. Eso es más o menos una especie de resumen del tema de la asamblea y Fabiana se suma a comienzos del año pasado, a mitad de año. Ella ya estaba haciendo derecho ambiental, es abogada, y se acercó a la asamblea para ver qué era eso. Que cuente un poco ella así de paso me entero.





Fabiana: yo me recibí en 2006 y básicamente apunté al derecho ambiental, un tema nuevo. Es un tema no desarrollado y si es desarrollado hay poco material. Entonces ni bien me recibí ya tenía fijo que quería hacer una especialización, averigüé en las distintas facultades y la UNEE, -Universidad Nacional del Nordeste, Corrientes- me proporcionaba una especialización y dentro de mis posibilidades yo la podía bancar. Empecé en marzo, en Corrientes. Cada vez que iba, venía más desilusionada porque me enteraba de cosas que no sabía. Así me conecté con gente del municipio para ver si me daba algún tipo de información con respecto a lo que verdaderamente estaba pasando, la producción, todo eso, y no tenía esa información tampoco, no había respuesta. Después me conecté con los del INTA y ellos no me supieron decir o no me quisieron dar la información que les pedí. Me derivaron a Roberto. Me dijeron: a vos te conviene ir a ver a Roberto Arce, de la asamblea. Y así fue como lo conocí a él, entre charlas, averiguando temas. Básicamente yo le apunté a las plantaciones de monocultivo de pino. Hoy por hoy Corrientes cuenta con 330 mil hectáreas de pino plantado, proyectando un millón para el 2008. Entonces la pregunta era: ¿que íbamos a hacer con tanto? Entonces eso hacía que me cerrara la lucha de Gualeguaychú contra Botnia y Ence. Lograron que se trasladara la plantación. Está calculado que la cantidad de plantaciones de Uruguay va a abastecer a la empresa cinco años, después se termina. Nosotros cada vez que salimos a caminar y en la ruta mismo vemos la cantidad de pino, eucalipto que van en los camiones, y nos preguntamos adónde van esos camiones. Acá en la zona está Bosque del Plata, pero también está el Grupo Tapebicua. En Misiones también está Bosques de Plata y hay otra que es bastante importante que no me acuerdo, pero son tres empresas que están manejando el sector en Misiones.



Roberto: la Shell tiene más de 100 mil hectáreas y después el Establecimiento las Marías.

Fabiana: En Virasoro hay una visión de hacer un parque industrial, hay dos proyectos de biodisel, de biocombustible, pero con el reciclaje del pino, o sea, con el aserrín, con todas esas cosas, con los desechos y el que está manejando eso es el Grupo Tapebicua. Los capitales son canadienses en una y otra creo, no me acuerdo. Pero ya están instalados, el municipio ya le dio el lugar donde va a funcionar. Ese es uno de los problemas al cual yo me aboqué, a las plantaciones de pino.

¿Qué es lo que aporta, Fabiana, tu mirada desde lo legal? ¿Qué herramientas te da lo legal para enfrentar concretamente este tipo de proyectos, el tema de las plantaciones, etc.? Supongo que es una mirada que sirve para usar la ley como herramienta en la lucha contra estos proyectos…

Fabiana: Aparte de la voluntad de uno, ya que yo quiero para mis hijos un futuro mejor, desde lo legal tenemos la constitución en sus artículos 41 y 42. A nivel nacional tenemos la Ley General del Ambiente y a nivel provincial la reforma de la constitución incorporó todos lo que está incorporado a nivel nacional a la constitución de la provincia. O sea, hay leyes pero tenés que tener una fuerza de voluntad superior a lo económico y tener claro los objetivos de qué es lo que querés vos para tu hijo el día de mañana, porque de aquí a 15 años van a estar todos cortados los pinos y la tierra destruida. Te meten el verso de que se puede realizar la plantación de pino junto con la ganadería, pero uno va a depender de los objetivos que tenga cada empresa. Ellas tienen que presentar el proyecto y se lo aprueban a nivel nacional. Si el objetivo de ellos es plantar celulosa ya la distancia entre pino y pino no es la misma y el pasto no crece. Es mentira que puede funcionar la ganadería con la plantación de pinos. El gobierno de la provincia da mucha difusión y dice: planten pinos, los subvencionamos, no tienen que devolver al Estado.

¿Qué cosa incorporó la constitución provincial reformada el año pasado en relación a lo ambiental?

Fabiana: en forma más detallada, pero en síntesis es el derecho que tienen todos los habitantes a un ambiente sano, equilibrado, que sea sustentable.

Roberto: pero también te da herramientas como el recurso de amparo y otros instrumentos legales.

Fabiana: a nivel provincial uno presenta un recurso de amparo y no tiene que pagar las tasas de justicia, es gratis, igual a nivel nacional. Hay temas que sobrepasan lo provincial, como el caso del río Uruguay. Hay tratados también que no se respetan. Se puede recurrir al tribunal de La Haya. Es una lucha contra el poder económico, vas a recibir amenazas, extorsión y después te van a tentar. Tenés que conseguir la persona que es justa y que quiera luchar.
La asamblea ¿tiene procesados, judicializados por las cuestiones de las luchas? Hay muchas asambleas a las que les pasa esto. Hace poquito hablábamos con una compañera de Famatina que nos decía: acá somos muchos los procesados. Hay un nivel de persecución por lo menos con las caras más visibles de las luchas, no sé si es lo que pasa acá, pero Fabiana recién describió una situación de apriete, de amenazas.

Fabiana: acá en la asamblea de Santo Tomé no que yo sepa.

Roberto: no, la única apretada fue a la semana y pico de ponerse en marcha la asamblea, me ubicaron para tener una charla con el gerente comercial de Bosques de Plata que había venido especialmente por ese tema, dada la repercusión que tuvieron algunas declaraciones que yo había formulado en medios nacionales sobre que en la zona no queríamos la pastera. Me invitó amablemente a una charla, la tuvimos y buscó por todos los medios convencerme de que la inversión era buena, de que era posible la convivencia y la sustentabilidad también, de que venía con la última tecnología, etc. No llegamos a ningún acuerdo. Hubo casi, casi, un soborno.

Esta charla ¿la tenían a solas?

Roberto: Sí, a solas con ellos. Nosotros fuimos aprendiendo muchas cosas sobre la marcha en el tema de compartir ese tipo de responsabilidades. Yo que hago trabajo de periodista no llevé el grabador y podría haber grabado la charla, es decir, son detalles que uno no tuvo en cuenta. Sí hubo presión, hubo propuesta económica para bajar los brazos, propuesta para conocer la planta de ellos en Valdivia, Chile. Y a partir de ese momento hubo como una especie de ignorar a la gente de la asamblea. Se sentían molestos porque ellos califican sus productos en función de buenos comentarios y cuando ocurre lo contrario en los medios nacionales le suele bajar puntos, ese fue el objetivo de la charla.

Fabiana: y de normas internacionales también.

Roberto: sí claro.

Fabiana: yo sé de casos en Corrientes. Por ejemplo, en una comunidad de los Esteros del Iberá, el empresario Tompkins compró las tierras y no pudo sacar a los lugareños porque toda su vida vivieron ahí, eran sus tierras, tenían su cementerio y él por medio de la fuerza les quemaba los ranchos y todas esas cosas, logró expulsar a algunos, pero hay 14 familias que todavía la están peleando. La gente de Sitraj es la que está llevando el caso.



Es igual a lo que pasa con el terraplén de Forestal Andina. Los lugareños presentaron un amparo, en el 2006, para que detengan el terraplén a dos kilómetros y el mismo ya tenía 15 kilómetros. Ahora la empresa apeló justificando que destruir el terraplén iba a ser perjudicial para lo que ya hicieron, el cambio en la reserva. Esa lucha fue bastante presionada.

¿Qué opinas de Tompkins y su proyecto de conservación?

Fabiana: para mí es una mentira, él viene con una visión, de aquí a veinte años, de negocio. Pero por la misma agua, viene por el agua dulce para el uso del hidrógeno. Todas esas cosas las estuve estudiando, especializándome un poco más en el tema, pero creo que no sé mucho, me falta un montón porque es muy complejo el tema ambiental. Me circunscribo a Corrientes, pero sé que en Salta hay desmontes, que en la Patagonia hay problemas con la minería, con las petroleras, en otro lado está el problema de las pesqueras, en Buenos Aires está el problema del Riachuelo, la contaminación sonora, en Córdoba pasa lo mismo con los montes, cada zona tiene sus problemas, Formosa y Chaco con las comunidades indígenas. Misiones también tiene el problema con las comunidades y ahí hay problemas con plantaciones de sojas, el uso del glifosato, dicen que no es perjudicial pero sí lo es. Acá hubo tres casos de problemas respiratorios de empleados de la empresa Bosques del Plata en el 2003 y los terminaron echando. En Misiones hay malformaciones como consecuencia de las plantaciones de tabaco y el uso indiscriminado de los tóxicos. Cada zona es un problema y la gente no está tomando conciencia.
A la larga todo tiene una relación.

Fabiana: está todo relacionado. Nosotros, los abogados, necesitamos de médicos para preguntarles cuáles serían las consecuencias de la gente que tiene problemas. Empezás a analizar dónde vive, si vive en zona rural, qué tiene cerca y todo te cierra. Desde el punto de vista legal, las leyes están, pero también es una lucha extralegal, es luchar contra el poder económico.

¿De qué manera atan los discursos los ejecutivos, los legisladores? Esos mismos discursos ¿después se transforman en ley o viceversa?

Fabiana: yo creo que los discursos después se transforman en ley. Supuestamente la constitución habla de desarrollo sustentable. Desarrollo sustentable como definición es espectacular, pero las empresas no aplican esta definición porque significa más inversión, perfeccionamiento y capacitación de sus técnicos, de sus empleados, seguridad, análisis completo de todo lo que vas a hacer, significa más inversión y acá vienen, ganan pero no invierten en esa capacitación, destruyen, se llevan todo y chau.

Roberto: hay una serie de contradicciones, por un lado está la ley y por otro, quién la aplica. Fijate que no hay control, no hay ente de control confiable, ya lo vemos en los servicios públicos. Los entes de control están más para defender a las empresas privatizadas que al usuario, al consumidor, y eso nos pasa también con el gobierno de la provincia. Acá está el Instituto Correntino del Agua y del Ambiente y es un defensor del monocultivo.

Fabiana: la forestal que tenemos en Corrientes también. Hay una dirección y el que está a cargo es acérrimo defensor del monocultivo.

Roberto: El ingeniero hidráulico y civil Mario Rujana –administrador general del Instituto Correntino del Agua y el Ambiente- es responsable de todo lo que significa acuífero y los Esteros del Iberá. Sin embargo él permite que se hagan barbaridades más grandes incluso que el terraplén de Forestal Andina. El terraplén partió a la mitad a una parte de los esteros para que pueda trasladar la empresa sus vehículos y secar sus terrenos, en contra de los habitantes del paraje que quedaban como inundados. El agua no se podía escurrir, por eso el terraplén es una muralla. Ese mismo sistema lo utilizan muchos estancieros, terratenientes de la provincia que tienen terrenos sobre el Iberá. Al necesitar mayor tierra para la producción ganadera, que es lo que hacen, realizan grandes zanjones, van quitando el agua y van recuperando terreno de bañado. Como el bañado es un terreno medio flojo, entonces lo van secando. Esto también se hace con la anuencia de quien tiene que defender el agua. El director de Asuntos Forestales también es fiel exponente de la política del gobierno de Arturo Colombo de llegar a las 3 millones de hectáreas de forestación. Eso significa regalar tierras porque ellos la inversión que hacen es en la compra de tierras. Acá cuando llegaron los chilenos y compraron sus primeras 5 mil hectáreas pagaban una miseria pero pagaban en efectivo y en dólares en ese momento, en la década del 90. Al poco tiempo de su llegada empezó a correr la novedad que estaban comprando tierras y empezaron a vender muchos agricultores y pequeños ganaderos que estaban fundidos. No fueron bien administrados sus campos porque sus hijos no siguieron la tradición familiar y se largaron a estudiar o a la joda. Entonces la mayoría estaba endeudada, muchos eran productores totalmente quebrados y endeudados. La salvación era vender la poca tierra que tenían a buen precio. La empresa chilena que ahora es Bosques del Plata, antes era Papelera del Plata.


Perdón, ¿es una subsidiaria?

Roberto: Sí, de una empresa chilena.

Fabiana: El dueño de Bosques del Plata murió el año pasado multimillonario, está dentro de los 5 latinoamericanos más ricos. No tiene aparentemente solo Bosques del Plata, tiene otras en la Patagonia y también es dueño de una de las tres empresas de celulosa de Misiones.

Roberto: Diversifica. El nombre de fantasía para nosotros es Bosques del Plata que producía en Uruguay papel higiénico, pañales descartables y después nos vendía a nosotros que lo consumíamos. Primero era Papelera del Plata y después pasó a ser Bosques del Plata. Los de acá tienen su sede en Chile. Incluso llevaron al intendente para mostrarle las bondades de cómo allá funciona la cosa. Nosotros sufrimos la consecuencia del monocultivo intensivo y ustedes lo van a ver en la ruta, es una fila de pinos muy pegadita. Empezaron con la mentira de la explotación ganadera asociado con el pino –que la desarrollan en alguna parte de la provincia de Misiones y en Chile- pero para eso deben dejar un callejón bastante amplio entre hilera de pino e hilera de pino para que penetre el sol. Las plantaciones también deben estar de acuerdo a la rotación del sol para que tengan sol permanente y la humedad que consumen los árboles no perjudique el crecimiento de pastura para el ganado. Incluso dicen que es beneficioso, porque en los inviernos crudos, las heladas se ven minimizadas por los pinos que están al costado. Esto te lo muestran como una postal. De la manera que plantan acá no queda nada, no crece nada verde. Entonces el gobierno de la provincia y el director de Asuntos Forestales dicen que se puede hacer esa combinación. Los primeros cinco años, hasta que el arbolito crezca, un poco se puede tener ganado y pino, después se secó el monte y se acabó el pasto.

Fabiana: La duración de vida del pino son 20 años, dentro de esos 20 años el estado va controlando, cuando el pino tiene cinco, cuando el pino tiene diez y va pagando.

Roberto: o sea, con el dinero nuestro, de todos los argentinos se subsidian empresas que recuperan el dinero invertido, incluso de la compra de tierras.

Una cosa con respecto a eso, ¿se dan acá mecanismos de desarrollo limpio que son subsidios que vienen del protocolo de Kyoto?

Roberto: No se cumple totalmente, para eso debería haber todo un proceso, no uso de agrotóxicos, etc., etc. y acá hacen todo lo contrario. En la provincia de Corrientes todavía no se ha puesto en marcha el sistema de mecanismo de desarrollo limpio, de los bonos de carbono, etc., etc. Todavía no se adhirió la provincia de Corrientes. Yo sé que la provincia de Misiones sí se adhirió y que le sirve ese beneficio, el Estado lo recibe y lo agrega a los subsidios nacionales. Esa cantidad de dinero se puede ver disminuida si se aplicara la Ley de Bosques que fue aprobada, que dice que hay que privilegiar los bosques nativos antes que eliminarlos.



Las provincias de Corrientes y de Misiones son dos provincias contradictorias porque estuvieron en el encuentro de Gualeguaychú del 2005 con el presidente Kirchner, firmaron el acuerdo y sin embargo son las que siguen impulsando la industria forestal y la instalación de las pasteras y grandes aserraderos. No cierra del todo todavía la ventaja que va a tener para Corrientes dedicar tres millones de hectáreas por ejemplo a producir madera, porque nos tendríamos que preguntar para quién se van a producir. Es decir, el mundo necesita madera pero se podría hacer un poco más sustentable. La palabra sustentable es demasiado amplia y depende de quién la dice y quién lo interpreta. Un abogado puede tener una interpretación y otro, otra, y en realidad están utilizando el mismo término, que en el fondo es ambiguo. Por eso dicen vamos a producir biodiesel y todo es para afuera para alimentar los hogares norteamericanos, canadienses.

Fabiana: nosotros no tenemos tanto problema de contaminación pero Virasoro sí. Tiene quince aserraderos. Cuando ustedes van por la ruta van a ver los hornos donde queman las maderas y el humo que sale es impresionante, igual que la contaminación que producen. Prefieren tener ese horno y algunos problemas de enfermedad que exigirles a las empresas que cumplan con los requisitos para que no sea perjudicial.


Virasoro ¿a cuánto tiempo está de acá?

Fabiana: 60 Km, una hora de colectivo, es impresionante y están proyectando hacer un parque industrial. La plata que mueve Virasoro es mucho mayor a la que mueve Santo Tomé, porque no miran el mercado local, sino miran el mercado internacional. "Vengan las empresas, nosotros tenemos las tierras coloradas". Y eso está avalado.

Roberto: otra cosa para destacar es que no hay conciencia de las autoridades provinciales o municipales de buscar la manera de utilizar toda la imaginación posible para crear fuentes genuinas de trabajo, entonces el tema del clientelismo político se aplica acá con los planes sociales, el Plan Trabajar por ejemplo y se traslada la responsabilidad de crear empleo a través de la radicación de empresas extranjeras. Trasladan esa responsabilidad, pero de paso ellos también hacen grandes negocios porque el interés de ellos está en todo lo que sea después exenciones impositivas. Aquí yo ridiculizaba a una candidata a concejal en las elecciones del año pasado para el 30 de octubre, ya que una de sus propuestas era pedir la exención impositiva por 15 años a cualquier empresa que se radique en Santo Tomé, así lisa y llana sin ningún tipo de condicionamiento. Las leyes brasileñas contemplan exenciones de radicación industrial y durante la época menemista se trasladaron muchas empresas argentinas a Brasil por las condiciones que les daban y las exenciones que hacían, pero Brasil hace una forma de contrato, un contrato social y un contrato político donde la empresa dice: me voy a radicar por 10 años y durante 10 años pido la exención impositiva. Entonces le dan la exención impositiva escalonada, los primeros años seguramente será de mayor porcentaje y después va reduciéndose, pero debe quedarse 10 años. Si la empresa decide abandonar el proyecto porque no le es rentable debe abonar antes de retirar cualquiera de sus elementos instalados, el impuesto normal como si hubiese funcionado 10 años. Es decir, por el término del contrato debe pagar el impuesto normal no con exenciones, reducciones. Entonces van y se ven obligados a quedarse. Bueno, acá le pedimos que vengan y le pagamos para que se queden. No creamos fuentes de trabajo. Cuando llegaron los chilenos con las plantaciones de pino muchos nos habíamos ilusionado, creíamos que iban a generar fuentes de trabajo para la gente. Incluso hay una escuela técnica acá y se incentivaba la extensión de carreras técnicas rápidas, de salida laboral, tecnicaturas de motosierristas, reparadores de motosierras, se buscaban alternativas para los que iban a ser contratados. Al principio tenían un equipo de trabajo bastante grande además de los profesionales, al poco tiempo los profesionales, que a su vez eran empleados de la empresa, pasaron a ser contratados por la empresa y así la empresa se deslindaba. Pero a su vez les daba la posibilidad de que conformaran equipos de trabajos para que Bosques del Plata los contrate, entonces tercerizaban todo. En estos momentos todo es tercerizado. Si un trabajador de los pinos sufre un accidente no le hace juicio a la empresa Bosques del Plata, sino al patrón de la empresita local tercerizada, entonces ese le paga lo que quiere. Ellos en su mensaje hablan de que utilizan ciertos agroquímicos, en lo posible biodegradables, tóxicos biodegradables y que los empleados tienen todos los elementos como para minimizar el impacto de trabajar con los aparatos de fumigación, porque tienen instalado en una parte del campamento de ellos una casa donde vuelven después de fumigar, se quitan la ropa con la que fumigaron, se quitan las máscaras, etc. Se duchan, se lavan bien, se ponen sus ropas normales y vuelven a sus casas. Es mentira. Yo vivo en un barrio donde gran parte es mano de obra de la empresa. Ellos vienen con su mochilita al hombro, su pantalón y camisa naranja. O sea la ropa de trabajo es la que llevan y traen, van con su mochila de fumigación al hombro. Si consiguen alguna changa para fumigar algún terreno -porque acá el pasto crece demasiado alto- entonces los fines de semana hacen changa fumigando con agrotóxico o con herbicida o plaguicida incluso terrenos del pueblo, o sea hasta en eso, no nos damos cuenta de que estamos dando las herramientas para atentar contra la vida de la naturaleza y de quienes la habitamos.

Entrevista: Patricia Agosto y Martín Vidal

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